Los adolescentes fueron hallados muertos en el mencionado terreno descampado, en las cercanías de un puente ferroviario, con múltiples golpes en la cabeza. El robo podría ser una de las causas del doble asesinato, ya que en el lugar faltaban sus celulares, la mochila con un poco de plata de ella y la tarjeta SUBE.
El hecho de verlos ingresar juntos al descampado desterró la hipótesis de que hayan sido secuestrados o forzados a ingresar el terreno.
Además, los investigadores tampoco encontraron rastros de que los jóvenes hubieran sido atacados o que Paloma hubiera sufrido abuso sexual.
A raíz del crimen, los vecinos de la zona cortaron la ruta 36 y las vías del tren a la altura de la estación
Bosques e incendiaron neumáticos a modo de reclamo. Asimismo, marcharon con carteles desde el lugar del hallazgo hasta la comisaría 4ta, donde la policía realizó un vallado para evitar disturbios.
La autopsia reveló que ambos sufrieron fractura de cráneo y que la joven murió por «lesión cerebral» y «traumatismo encefalocraneal grave» mientras que el chico falleció por «hemorragia cerebral», con «fractura de cráneo» y «traumatismo encefalograma grave»